En los últimos tiempos se escucha hablar mucho de Neuromarketing, la que viene nombrada como la ciencia resolutiva a las problemáticas actuales de la empresa.
Estoy escuchando cada día, siempre nuevas afirmaciones de mercadólogos que proponen el Neuromarketing como una solución para resolver las ventas de la empresa.
Déjemen decir, cómo esta es una gran absurdidad, parece el enésimo intento de demostrar que algunas estrategias de marketing pueden prevalecer a la ciencia de las ventas.
El Neuromarketing es una ciencia que puede ayudar a las ventas, pero que no es resolutiva, especialmente si nuestra empresa no tiene en consideración muchos otros factores de venta y de marketing que son determinantes a los fines de las ventas.
¿Qué es el Neuromarketing?
El Neuromarketing es una ciencia que se preocupa de estudiar los comportamientos del consumidor y de captar sus emociones al fin de crear estrategias aptas a estimular estas últimas con el objetivo de fidelizar al cliente y favorecer las ventas.
Por qué el Neuromarketing no es resolutivo a los fines de las ventas.
Antes de llegar a estimular las emociones de nuestros clientes, hay toda una serie de circunstancias que nuestra empresa debería tomar en consideración para llegar al fin de las ventas.
La mercadología con bastante frecuencia parte desde un punto de vista bastante erróneo y ligado a factores que no son prioritarios para efectuar ventas.
En base a mi experiencia y como experto de ventas, puedo decir que frecuentemente hay malentendidos sobre cómo estudiar el propio cliente y cómo estimular sus emociones.
El Neuromarketing se propone estudiar los comportamientos para crear la enésima situación emocional que pueda involucrar a las personas, pero que al final, no determinan efectivas acciones de venta, aun a veces, estas siguen calando.
Para dar una idea más práctica, podemos hablar por ejemplo de la Coca-Col,a que con sus campañas de sensibilización de los sentimientos humanos, ha tentado de mantener su mercado, cosa que en realidad no ha tenido el éxito esperado, en cuanto el producto sigue marcando rebajas.
Sin embargo estimular las emociones del comprador, vendiendo un producto, que todo el mundo sabe que hace daño a la propia salud, no tiene algún sentido, en realidad, el Neuromarketing no puede tener la presunción de anular la inteligencia de las personas y por lo tanto deja el espacio que encuentra.
La Apple podemos decir, hizo los mismo tentativo con Apple Watch, pensando que estimular la fantasía del comprador para un reloj que en realidad tenía muchas otras fallas a nivel del marketing y al nivel de utilidad, se cayó en la misma situación, demostrando que tanto es inútil estimular las emociones del comprador, si la base para la venta no está sana.
¿Qué necesitamos en realidad?
La realidad empresarial para vender no debe basarse sobre la persuasión, sino sobre el satisfacer la necesidad latente, es inútil perder tiempo en persuadir a un comprador que a veces ni siquiera está interesado, con la misma energía tendremos más resultados satisfactorios preocupándonos de dar la máxima satisfacción a un comprador que está interesado en este tipo de producto, una particularidad que hace una gran diferencia.
Siguiendo a repetir siempre las mismas nociones, pero que son la biblia de las empresas en la actualidad de nuestros tiempos, debemos antes que todo, tener bien claro el enfoque de nuestra actividad, con productos cada vez más específicos, seguir con el posicionamiento adecuado en el mercado actual, identificando a nuestro cliente modelo donde, allí sí, debemos saber todo de él, para influir en sus emociones con la finalidad de concluir la venta.
Alguien seguramente está pensando que es la misma cosa, pero no es así, si no respetamos la estrategia desde el inicio hasta el final y no curamos sobre todo el enfoque y el posicionamiento, será muy difícil que obtengamos resultados haciendo efecto sólo en las emociones.
En realidad, la mercadología se pierde en el vacío en los últimos años, en cuanto, los cambios de nuestros tiempos han creado una multitud del marketing, que no pueden ser usados de manera unívoca sino deben ser una combinación entre ellos, para determinar estrategias efectivas, que tengan como finalidad las ventas.
Las ventas son la efectiva realidad de la empresa, pero que deben tener el conocimiento avanzado, de cómo y dónde aplicar las estrategias de marketing, para obtener un sistema optimizado.
La realidad actual, especialmente en nuestros países latinoamericanos, es que los expertos del marketing no son expertos de ventas y los expertos de ventas no son expertos de marketing, sin dejar el uso de la tecnología y el manejo de páginas web y redes sociales, que enfatizan la dificultad de aplicación de las técnicas.
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